La historia de película de Anastasiia Velozo, la karateca que dejó Ucrania y se vino a Chile por amor: "Mi nuevo país es el mejor"
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En 2017, Anastasiia Velozo fue Campeona Europea de Karate. Tiempo después conoció a Camilo Velozo, se enamoró y casó. Hoy la deportista compite por Chile.
Anastasiia Velozo Miastkovska (27) tiene marcada a piel la fecha en que recibió el pasaporte chileno luego de tres años viviendo en Chile junto a su esposo, Camilo Velozo, con quien comparte la misma pasión: el karate.
La pareja se conoció en 2018 durante un campamento de entrenamiento y después se casaron en 2019. Un año después se produjo su arribo al país. Una decisión que le significó a Anastasiia Velozo reiniciar su vida y dejar atrás su estatus de Campeona Europea de Karate en 2017.
Finalmente, Anastasiia Velozo pudo cumplir uno de sus sueños al competir por Chile en el Campeonato Panamericano de Karate 2023 en San José. Una historia que la deportista narra en Deportes 13: "Tuvo muchas emociones antes del viaje, durante el día del combate y después. Estuve triste por el resultado, pero me di cuenta de muchas que se me habían olvidado durante los combates. Era mi primer Panamericano, en otro continente y representando a otro país"
"No había competido hace tres años a nivel internacional y quedé quinta. Eso ayudó a calmarme un poco y entender que estoy bien. No quedé conforme, estaba triste y enojada conmigo misma", agrega Anastasiia Velozo.
¿Por qué quedó tan disconforme?
- En mi carrera nunca había tenido un quinto puesto. Podía perder en primera o segunda ronda, pero estaba lejos de la medalla. Nunca en un quinto puesto, uno de los peores que existe porque se está muy cerca, pero al final queda sin nada.
¿Qué le pareció el nivel Panamericano al respecto de lo que vivió en Europa? Chile salió primero en el medallero…
- Cada continente tiene su parte fuerte. Acá encontré muy lindo entender que mi país nuevo es el mejor de todo el continente. Fuimos primeros en la tabla general y es lo más hermoso que he vivido. Demuestra el trabajo y esfuerzo de cada uno y como equipo. El nivel es bien alto. Hay varios rivales competitivos, pero no encontré que fuera imposible. Es posible ganar.
¿Sintió nervios antes de sus combates por ser la primera vez representando a Chile?
- Me sentía muy nerviosa (risas), pero había hecho un trabajo mental muy bueno. Durante todo el día me sentí nerviosa, luego calmada. Muy distinta cada 10 minutos. Estoy muy contenta de poder salir al tatami pese a mis sentimientos y pelear inteligente. Es nueva categoría de peso, continente y país tras tres años sin competir. Yo sabía que él principalmente problema que iba a tener eran los nervios.
¿Qué extrañó más en esos tres años alejada del máximo nivel?
- Los mismos nervios (se ríe). Es una parte importante de cada deportista el sentir los nervios antes de una competencia. Es como una adicción. Extrañaba viajar y ser parte del deporte. También extrañaba la unión. Dejé mi voz en la competencia por alentar al equipo.
Sería histórico ganar un oro en los Juegos Panamericanos siendo Campeona Europea hace un tiempo…
- Eso fue una de las cosas que me motivó a volver o empezar de nuevo. Desde el momento que me mudé a Chile tuve que empezar mi vida de nuevo. Esa idea de ganar oro en ambos continentes es lo que me ha estado moviendo hasta hoy.
Son más de tres años los que lleva en Chile junto a Camilo, pero el pasaporte lo recibió en mayo. ¿Cómo fue ese momento?
- Lo recibí cinco días antes de viajar al Campeonato Panamericano. Tenía un montón de emociones porque estuvimos concentrados en Egipto y lo estuvo dando todo, pero no sabía que iba a poder competir. Esa duda es lo que más cansa. Llegué al aeropuerto acá en Chile, pasaba el control de pasaporte y tuve que pasar la línea junto a los extranjeros. Me daba rabia el no estar con el resto. Recogí mi maleta y justo me llegó el mensaje de extranjería avisando que estaba todo listo y que era chilena. No lo podía creer. Todo el equipo estuvo muy contento por mí al enterarse.
Sacando el tema del pasaporte, que es solo un documento, ¿cuánto fue que realmente se sintió chilena?
- Ser chilena para mí tiene varias direcciones. Yo era chilena en el equipo de karate. Ya era parte hace tiempo. Me preguntaron cómo me sentí en mi primer entrenamiento con el equipo siendo chilena, pero para mí llevo siéndolo hace tiempo y no había diferencia. Hace tiempo que me acostumbré a la cultura y todo lo que sea de Chile. Aun así, cuando fui a buscar el pasaporte me tiritaban las manos. Leí que decía chilena y fue como 'guauuu'. También fue muy emocionante cuando me entregaron el equipo del Team Chile. Estaba muy contenta porque esperaba mucho ese momento. Fue un momento único.
"Lo más triste de todo eso es que la gente se acostumbró a que existe guerra. Tanto en Ucrania como yo acá. Nadie merece acostumbrarse a una guerra" - Anastasiia Velozo, karateca chilena-ucraniana
¿Cómo se toma su familia en Ucrania esta nueva vida que empezó en Chile?
- Es un tema muy largo. No fue fácil en ningún momento desde el día en que llegó durante la cuarentena. Fue cambiar todo, absolutamente todo. Casa, idioma y profesión. Hasta hace un mes tenía un emprendimiento que tuve que cerrar para priorizar el karate. No creo posible decirlo todo en una frase o una entrevista. Merece una película porque han pasado muchas cosas. Lo que puedo decir es que, en cualquier momento difícil, siempre encontré algo lindo que me hizo salir adelante. Una de las cosas que también me ayudaron siempre fue pensar que estaba bien y que hay mucha gente en situaciones más difíciles
Me imagino que debió ser más complicado todavía con todo el tema bélico que existe entre Ucrania y Rusia…
- Lo más triste de todo eso es que la gente se acostumbró a que existe guerra. Tanto en Ucrania como yo acá. Nadie merece acostumbrarse a una guerra. Una de las cosas que me salvó de todo esto fue el karate. Estaba muy mal y prácticamente no existía. Miraba el teléfono todo el rato y hablaba con mis papás para que sintieran que estaba presente en ese momento. Entendí que estaba muy mal emocionalmente y decidí entrenar con la selección de karate. Era el único lugar donde podía despejarme. Hasta el día de hoy. Ayer hablé con mi mamá y me contó que estaban bombardeando Kiev. Ahora estoy más tranquila porque mis papás viven en una ciudad que está mucho más lejos de la zona en guerra cerca de Polonia. Entiendo que ellos están seguros.
Como mencionó, su vida es de película. Lo dejó todo para vivir en Chile junto a Camilo Véloso y ya llevan cuatro años de casados. ¿Cómo es llevar la relación junto al deporte?
- Yo llegué a Chile ya casada hace seis meses con Camilo, pero vivíamos separados. Cuando me mudé fue todo nuevo para mí y él. Los dos teníamos otras vidas en nuestros países y nos veíamos en las competencias. Fue algo nuevo y debimos aprender, conversar y entendernos mutuamente. Para mí fue difícil que él viajara siempre por competencias y yo me quedaba. Pensaba que también quería viajar y competir porque es algo muy difícil sacar esa parte de su vida. Esta vez en los Panamericanos viajamos juntos y los disfrutamos mucho como pareja y compañeros de equipo.
La vida familiar de Anastasiia Velozo
Camilo contó hace tiempo que debió beber una jarra entera de cerveza para agarrar confianza antes de su primera salida, pero nunca se supo su parte. ¿Qué le gustó de él como para darle otra cita?
- Fue amor a primera vista desde el principio. A mi me gustó desde la primera vez que lo vi y fui yo la que le habló primero. A mi me contó después lo de la cerveza y que unos compañeros debieron ayudarlo (se ríe). Estuvimos tres semanas juntos y en ese tiempo nos veíamos a cada rato. Pensaba que iba a llegar hasta que nos despidiéramos en el aeropuerto, pero mi corazón decía otra cosa. Tras eso, Camillo llegó a Ucrania para verme. Eso fue fundamental y desde entonces nunca dudé que todo iba a funcionar.
"Hace rato que nos gustaría tener hijos, pero por el momento los planes no nos dejan. Si quiero competir no puedo tener uno. Después de eso, sí o sí"- Anastasiia Velozo, karateca chilena-ucraniana
¿Le dolió mucho cerrar su emprendimiento, Anastasiia Velozo?
- No lo terminamos, vamos a volver un día seguramente. La tienda está cerrada y no tengo idea cuando la reabriremos. Tengo la idea de hacer un curso porque tengo claro que mis cheesecake son únicos acá en Chile. Yo creo que es bonito dejar la puerta abierta para la gente. Cuando termine con el karate, volverá. Ahora es imposible llevar ambas cosas. Entraba por la mañana, trabajaba en la tarde, entrenaba después y acababa volviendo para trabajar. Tengo toda mi vida para la pastelería, pero para el karate no.
¿Han conversado la posibilidad de ampliar su familia una vez dejen el karate?
- Por supuesto que sí. Hace rato que nos gustaría tener hijos, pero por el momento los planes no nos dejan. Si quiero competir no puedo tener uno. Después de eso, sí o sí. También tenemos otros niños con nuestro club de karate. Son alrededor de 25 niños que entrenan con nosotros. También es una familia que desarrollamos. Voy a seguir hablándole en ucraniano para que aprenda y Camilo lo hará en español.
¿Nombre ucraniano o español?
- Es un tema muy complicado. Siempre le pregunto a Camilo si le gusta un nombre y me dice que no. Va a ser difícil (se ríe).