El drama de Wanderers femenino por paro indefinido: "Nos daban agua de la llave, con sabor a manguera"

Yamila Pérez, capitana del plantel adulto femenino de Santiago Wanderers relató a Deportes 13 las deplorables condiciones con las que entrenan: "Ninguna división tiene camarín".

El lunes 4 de abril, a través de un comunicado público, el plantel femenino adulto de Santiago Wanderers comunicó que tomaron la decisión de irse a paro indefinido, ya que acusan que le han pedido a la dirigencia del club ciertas mejoras en sus condiciones de trabajo, cambios que no se habrían concretado. 

El documento, firmado por las integrantes del plantel, señala que necesitan “urgente apoyo económico” para mejorar las condiciones laborales. Instalaciones de entrenamiento, cantidad de prácticas semanales, ayuda monetaria para transporte y varios otros puntos son los que reclaman las futbolistas.

A raíz de esta situación, Deportes 13 conversó en exclusiva con la capitana del equipo, Yamila Pérez. Además de confirmar lo que dicen en el comunicado, la líder del plantel hace una crítica las condiciones generales en las que trabajan muchos equipos femeninos trabajan en Chile y añade que casos como algunos equipos de Santiago son solo excepciones.

 

¿Por qué tomaron la decisión de irse a paro indefinido?

"Principalmente por el petitorio y por las condiciones que manteníamos hasta ahora. Este se entregó el año pasado, después de haber descendido y que hasta el día de hoy no se ha cumplido en su totalidad ninguno de los 15 puntos que nosotras habíamos expuesto. Entonces, trabajar con las más que mínima y básicas estaba generando una desmotivación dentro del plantel y no podíamos seguir aguantando. Nos reunimos como equipo, hablamos las cosas y decidimos transparentar la situación y alzar la voz".

¿Cómo definirías estas condiciones en las que estaban trabajando antes del paro?

“Dentro del complejo Mantagua nos daba la peor cancha que hay, la más seca y dura. Ninguna de las tres divisiones cuenta con camarín y nos teníamos que cambiar en baños. A veces nos daban agua de la llave, con sabor a manguera. Nosotras pedimos un apoyo económico, por mil pesos de ida y mil pesos de vuelta, por entrenamiento asistido y con carta formal, todo como corresponde. Solo conseguimos como respuesta que se estaba gestionando, pero no pasaba nada. Y así un sinfín de cosas más”.

¿Crees que estaban trabajando en condiciones amateur?

“Claro, por decirlo de alguna forma. Incluso, a nivel amateur han mejorado las condiciones así que tampoco sé si se puede comparar con ese nivel”.

¿Desde la dirigencia les han dicho algo? ¿Hablaron con ustedes después de que comunicaron el paro?

“Nosotras, antes de lanzar este comunicado a la luz pública, lo enviamos a la dirigencia respectiva y desde ahí se pudieron en contacto conmigo. Decidimos agendar una reunión, pero todavía no hay hora ni día establecido, pero nuestra postura es que el paro sigue porque queremos reales cambios de manera concreta y no que queden en palabras”.

¿Qué les produce a nivel motivacional a ustedes como plantel esta situación y cómo se vive desde adentro?

“Es mucha la desmotivación, porque nosotras sacrificamos muchas cosas y ver que aún nos siguen dando lo mínimo y lo básico, crea una desmotivación enorme en el plantel. Eso nos dio el remezón para poder despertar y actuar a tiempo. Nosotras queremos ascender, pero en las condiciones en que estamos eso tampoco se puede llevar a cabo”.

¿Ustedes no van a seguir jugando hasta que encuentren una solución?

“Claro. Hasta que no veamos cambios concretos además de palabras. Igual, es importante dejar en claro que esto no significa que nosotras dejemos de entrenar y que tiremos a la basura toda la pretemporada que hicimos. Nosotras seguimos entrenando de manera paralela y con pautas del preparador físico, entonces el paro no es que nos desliguemos 100% del entrenamiento. Nos seguimos preparando con todo”.

¿Crees que se está al debe a nivel nacional en fútbol femenino y esto es un ejemplo de esta situación? ¿Qué balance haces entre los equipos masculinos y femeninos?

“Totalmente. Sigue el desnivel y la realidad que nosotras expusimos ahora es la de muchos equipos que siguen trabajando en las sombras y que los clubes no siguen apostando en su rama femenina. Esta es casi la normalidad del fútbol femenino en Chile, a excepción de algunos en Santiago o en el sur, pero la mayoría de los equipos viven esta realidad o quizás peor en la Primera B. Lamentablemente tiene que ser una lucha y seguir alzando la voz por cosas que ni siquiera deberían ser tema y deberían darse por la voluntad del club a cargo”.

¿Qué mensaje quieren entregar con este paro a nivel del fútbol femenino nacional?

“Lo principal es transparentar nuestra realidad y las condiciones en las que estábamos trabajando. Esperamos que con esto se vea un cambio radical en cuanto a la voluntad que tengan los clubes de entregarnos las herramientas para así en realidad poder desarrollarnos de manera competitiva y no que los clubes tengan rama femenina solo por cumplir y porque se los exigen, sino que de verdad apuesten por los equipos femeninos ye entreguen las condiciones necesarias en cuanto a la voluntad, más que trabajar bajo presión. Que sea algo natural y que tengan la voluntad de hacer algo y no bajo presión. Que el club, naturalmente, a la hora de los números también le den recursos a la rama femenina tanto como a la masculina”.

La respuesta del club

Santiago Wanderers respondió a través de un comunicado, en el que contradice a lo que señalan las jugadoras. En este, declaran que el club reconoce que aún falta avanzar para llegar a estándares profesionales en su rama femenina, pero que se está trabajando para eso.

Sobre las acusaciones de las jugadoras, el texto señala: “Nos llama la atención que el foco de la crítica se encuentre en las condiciones de trabajo, pues más allá de lo netamente salarial, este último tiempo se han realizado importantes gestiones para igualar las condiciones de los varones”.